martes, 2 de abril de 2013

9 Grandes diferencias entre hombres y mujeres...

Los hombres y las mujeres somos súper diferentes en millones de aspectos, pero fuera de que el hombre tiene "pipí" y la mujer tiene "su flor" (Claro, es que no hemos evolucionado lo suficiente para decir PENE y VAGINA), son millones las diferencias entre uno y el otro. Dentro de las que me acuerdo, o me sirvieron para este fakin post, encontré estas.
  1. Solidaridad: Si algo debo reconocer (y creo que muchas mujeres podrán hacer lo mismo) es que los hombres son mucho más solidarios con su género que nosotras las mujeres. Un hombre caga a un amigo por "X" motivo y con un "puta, broder... sorry" se solucionó TODO y los ves chupando ese mismo fin de semana en Aura y levantándose un par de flacas. Fin del drama. ¡En cambio! Si una de tus amigas lejanas, con las que no hablas casi nunca, se olvidó de saludarte por el día del pollo a la brasa sabiendo que es tu comida favorita, haces EL drama. ¿Por qué no te saludó? ¿Es que acaso no le importas? ¿¿Es que no se preocupa por ti?? Qué se ha creído! Llamas a Pepita, Luchita y a tu Kachuska personal (la mía es @katiuskaflores) y les dices "¡La voy a destruir!". Y como es de esperarse, todas te apoyan. Planean las cosas más malvadas para la ansiada venganza y ¡listo! Es el fin de su amistad. Para siempre. Sí, dije SIEMPRE.
  2. Salir: Esta es la típica, de la que se quejan toooodos los hombres incluido mi viejo. Cuando un hombre dice que ya va a salir porque esta listo, es porque en realidad ya está 100% listo. Cuando una mujer dice que va a salir y que ya está lista, quiere decir que está lista... para seguir arreglándose, porque le faltan los aretes, delinearse los ojos, decidir qué zapatos se pondrá o si debe ir con cola o pelo suelto. Y claro, mientras nos terminamos de arreglar, ahí está el menso del hombre esperando en el carro o en la sala, porque llegó temprano pensando que ya estaríamos listas. ILUSO.
  3. Entenderse: Siempre escuchamos la típica frase de "Mujeres, ¡quién las entiende!" y en realidad, es difícil responder eso porque no nos entendemos ni nosotras. Para los hombres sí es sí, no es no, quiero sexo es quiero sexo y así sucesivamente. Para las mujeres... pues no es tan fácil. Sí es sí, pero también es no... pero también es no sé. Y ¿cómo saber cuándo es cada una? Pues ahí está el truco. Los usamos al azar, como quien escoge sus números de la tinka. Por eso los hombres no nos entienden, porque creen que cuando decimos que sí es que no... pero juuuusto en ese momento significaba que sí y la terminan cagando. C'est la vie.
  4. Memoria: Los hombres tienen el gran poder y la facilidad de tener una memoria selectivísima. Es más, muchas veces la memoria a largo plazo no les funciona tan bien, sobre todo si tiene que ver con la pareja. El hombre vive su día a día y cada día que termina se guarda en algún cajón en el rincón de su cabeza el cual no vuelve a abrir más. ¿Para qué abrirlo, si ya terminó ese día? La mujer no es así. Si pasó algo bueno o malo, se le quedará en la cabeza casi casi, por siempre. Es por esto que somos especialistas en sacar algo que pasó hace 8 años en una discusión actual, porque nos sirve de arma para sacarles algo en cara a los pobres hombres. El hombre ni se acuerda de qué coño hablamos, pero somos expertas y súper capaces de guardar estos recuerdos como nuestro más preciado tesoro. Pero ojo, NO los guardamos en cajas como los hombres. Los guardamos en una especie de ropero electrónico en nuestra cabeza y cada vez que necesitamos un ejemplo para confirmar lo cabrones que son los hombres, prendemos este "ropero" de recuerdos y los vemos girar ante nuestros ojos como si estuvieran colgados, mientras decidimos dónde parar y cuál seleccionar. Así tenemos asegurados varios años de cagar a los pobres hombres con tanto ejemplo de "¿Te acuerdas que hace 19 años y 3 meses me dijiste "X" cosa??"...
  5. Decisiones: En muchos aspectos (no en todos, claro), el hombre sabe lo que quiere. La tiene clarísima. Si quiere algo, va y lo hace. Quiere comer, va y se compra algo de comer. Quiere tomar algo, va y se compra una chela, una botella de agua y listo. Si quiere tirar, va y llama a su sex friend o a su novia y listo, tiran. Saben lo que quieren y por eso les es tan fácil conseguirlo o al menos intentarlo, porque realmente saben lo que quieren, cuándo lo quieren y cómo lo quieren. Las mujeres... pues no. Tenemos sed y sabemos que tenemos sed, pero... ¿compramos una gaseosa? No, porque engorda y saca celulitis. ¿Mejor un jugo? No, porque es muy dulce.... Entonces ¿una botella de agua? Ay, pero no tiene sabor... Entonces, ¿qué demonios compramos? Y si nos hacemos un mundo en decidir qué coñazo queremos tomar, ¿se imaginan lo estresante y enredada que debe ser nuestra cabeza para tomar decisiones más importantes? Nuestro cerebro es un loco calato. Nuestro cerebro sería como el congreso: Tienes a 130 huevones gritando y queriendo hacer cada uno una cosa distinta y por eso nunca puedes decidir qué demonios hacer. 
  6. Enamorarse: No sé qué tenemos las mujeres en la cabeza, pero creo que nos enamoramos o más rápido o más fácilmente. No sé si es porque de repente buscamos constantemente el amor o porque somos medio cojudas y sensibles y caemos ante cualquier incauto que nos interesa. Y no sólo es que nos enamoremos, sino que también demostramos muchísimo más cuando estamos enamoradas que los hombres. ¡Qué será! Entre la sensibilidad y que somos más románticas, y que nos afanamos con el amor como la gorda Laura de Carrusel, estamos jodidas. Y como los hombres son diferentes, como es de esperarse, nos empinchamos porque ellos no lo demuestran como nosotros y no entendemos por qué. ¡Insensibles de mierda!
  7. Preguntas: Normalmente cuando un hombre pregunta algo, es porque necesita la respuesta concreta de lo que está preguntando. Por ejemplo: ¿Qué hora es?, ¿Tienes hambre?, ¿Quieres salir?, etc. Hacen preguntas directas y esperan respuestas directas. Son preguntas fáciles y no hay mucha vuelta que darle. En cambio las mujeres solemos hacer preguntas capciosas o con truco. Por ejemplo: ¿Me quieres?, ¿Cuánto?, ¿Me veo gorda?, ¿Tu ex es más linda que yo?, ¿Qué me pongo?, ¿Me queda bien este vestido?.  Esas típicas preguntas son la cagada, porque no importa cómo las contesten los hombres ni cuánto se esfuercen en pensar qué decir, están destinadas a cagarla.
  8. El sexo: Tanto hombres como mujeres pensamos en sexo. La mujer que diga que no o tiene 13 años o se hace la de calzón con bobos. (Por favor! Eso no nos hace unas enfermas, eh?) La diferencia está en que, ya sea por la misma sociedad o porque los hombres son más "animales" en ese aspecto, ellos tienden a ser más explícitos con lo que les gusta y quieren hacer o probar. Las chicas pueden juntarse entre amigas y hablar horas de horas de sexo y, si son tus mejores mejorsísimas amigas, normalmente no hay problema (porque son igual de cochinas que tú). Pero, ¿si estás entre chicas que no son taaaan amigas y sale el tema? Si dices que te gusta la pose del elefante volador es probable que todas se rían pero por dentro piensen "Y esta perra de mierda con quién habrá hecho esa pose? Me suena a que debe haber tirado tanto y por tantos agujeros, que podría servir de colador." Los hombres hablan sobre sexo y hasta se usan a ellos mismos de muñecos para actuar la pose que les gusta hacer y con qué movimientos. Es más, te dirán quién se las chupó mejor y hasta qué parte de la garganta les entró.
  9. Felicidad: Un hombre necesita poco para ser feliz. Cama, casa, sexo, comida y una cerveza helada. Y bueno, si todo esto viene acompañado de un cuarto donde puede ver el fútbol 24/7 en pantalla gigante, ya es la felicidad extrema. Puede morir en paz. Las mujeres necesitamos demasiadas cosas para ser felices y normalmente estas se subdividen en categorías. Necesitamos novio... pero no cualquier novio. Tiene que ser churro, inteligente, comprensivo, que nos haga reír, que nos engría, etc. Necesitamos ropa... pero no cuaquier ropa. Tiene que ser la ropa de moda, la que nos queda perfecto, el jean que levanta el culo, el polo que te levanta las boobies, te aplasta el rollo, etc. Necesitamos un trabajo... pero ¡¡no cualquier trabajo!! Tiene que ser un trabajo donde nos paguen bien, donde el jefe te ame, donde te reconozcan todo lo bueno que haces, donde te asciendan cada 2 meses, etc. Y así sucesivamente, necesitamos un huevo de cosas, pero las necesitamos PERFECTAS.
Mujeres... Estamos pal culo ¿no?

*Obvio, no todos los hombres ni todas las mujeres son iguales... duuuh!*

2 comentarios:

roberto dijo...

jajaja, al menos encuentro una que reconoce sus cojudeces jaja. buena.

@PeruchoTotal dijo...

Perfect!